La joven se presentó voluntariamente en una comisaría y acreditó su identidad. La Policía de España confirmó que no existió ningún delito.
El caso de Paola Mariana Lens, la joven argentina cuya familia había perdido contacto durante más de una semana en Mallorca, llegó a su fin con una breve pero contundente verificación.
Este miércoles, la mujer de 26 años se presentó por sus propios medios en la sede central de la Policía Nacional de España en Palma, mostró su documentación y confirmó que estaba en perfecto estado.
De ese modo, la investigación se cerró por inexistencia de delito, según confirmaron fuentes policiales a LA NACION.
Cómo comenzó la búsqueda de Paola Lens
El consulado argentino en Mallorca había alertado el martes a las autoridades españolas por la “no localización” de una ciudadana argentina. Si bien no se trató de una denuncia formal por desaparición, el aviso activó una verificación para conocer el paradero de la joven.
Esa misma noche, agentes del Grupo de Homicidios lograron comunicarse con Paola por teléfono y le solicitaron que se presentara en persona para acreditar su identidad.
Este miércoles por la mañana, Paola Lens acudió voluntariamente a la comisaría de la calle Simón Ballestor N°8, acompañada por una amiga que corroboró su relato. La verificación duró aproximadamente media hora. Luego de comprobar que no existía delito ni restricción alguna sobre su circulación, la Policía dio por cerrado el expediente.
Sin delito ni desaparición forzada
Fuentes oficiales aclararon que no se trató de una desaparición forzosa, sino de una ausencia voluntaria.
“Estaba haciendo su vida normal y en plena libertad de movimientos como cualquier persona mayor de edad”, indicaron los voceros de la Policía Nacional.
Las autoridades remarcaron que, al no existir una denuncia penal, Paola Lens no tenía obligación de informar su dirección ni dejar constancia de su paradero. Tampoco se detectaron indicios de trata de personas ni de retención forzada.
La reacción de la familia y el fin de la incertidumbre
Durante más de una semana, la familia de Paola había manifestado temor y desesperación por no poder comunicarse con ella desde el 14 de octubre.
Su madre, Gabriela Protti, relató antes de viajar a España:
“Me llamaron desde una comisaría de Palma de Mallorca para decirme que estaba con ellos. No sé más nada”.
Los allegados habían llegado incluso a sospechar que la joven podía haber sido víctima de trata, hipótesis que finalmente fue descartada por completo.
El mensaje de Paola en redes sociales
Horas antes de su presentación, Paola Lens publicó un mensaje en Instagram para desmentir las versiones que circulaban:
“Me hicieron llegar audios y videos que no son ciertos. Nada está más alejado de la realidad. Estoy bien. Nunca pasó nada más que haber estado un tiempo incomunicada. Hubo gente que divulgó información falsa. Estoy en Palma, trabajando con chicos y muy bien. Por favor, dejen de divulgar informaciones falsas.”
Si bien su familia dudó en un principio de la autenticidad del posteo, la verificación oficial de la Policía confirmó que el mensaje efectivamente había sido realizado por ella.
La historia detrás del viaje
Paola Lens había viajado a España el 6 de octubre, donde fue contratada a través de una aplicación de empleos por una familia alemana radicada en Palma de Mallorca para trabajar como niñera.
El acuerdo incluía alojamiento, comidas, acceso a un gimnasio, un curso de alemán y un salario de 300 euros por ocho horas diarias.
La joven, que practica snowboard y se prepara como instructora de deportes de invierno, tenía como objetivo ahorrar dinero para viajar a Andorra durante el invierno boreal.
No era la primera vez que emprendía una experiencia laboral en el exterior: ya había trabajado en el Reino Unido y en centros turísticos de Bariloche y Tierra del Fuego durante temporadas de nieve.