Patricia Kadgien y Juan Carlos Cortegoso, la pareja que poseía el cuadro, afirmaron que fue adquirido por una tía.
Un cuadro con una historia turbulenta, robado a un galerista judío por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, desató una batalla legal en Argentina. Se trata del «Retrato de una dama«, una pintura que fue descubierta en un chalet de Mar del Plata gracias a la perseverancia de un equipo de periodistas. Ahora, el juez federal Santiago Inchausti puso la obra a disposición de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, mientras se investiga su legítima propiedad.
Patricia Kadgien y Juan Carlos Cortegoso, la pareja que poseía el cuadro, afirmaron que fue adquirido por una tía y negaron haberlo obtenido de manera ilícita. Sin embargo, la fiscalía había solicitado que la pintura fuera resguardada en el Museo del Holocausto en Buenos Aires, para su preservación y no para su exhibición.