El sistema cambiario de bandas generó una aceleración del tipo de cambio oficial, menor al esperado, pero este mes es trascendental por la estacionalidad.
Tras más de un mes desde la implementación del sistema cambiario de bandas, el dólar mayorista cerró mayo con un avance mensual de 1,5%, alcanzando los $1.188, en un contexto de volatilidad moderada y expectativas cruzadas respecto a su evolución.
En lo que va del nuevo esquema, la divisa acumuló una suba del 10,2%, impulsada principalmente por la colocación del bono Bonte 2030, dirigido a inversores extranjeros.
El movimiento más marcado del tipo de cambio se dio en la última semana del mes, cuando se observó un repunte del 5%. Analistas atribuyen esta aceleración al efecto del Bonte, que ofreció una tasa fija en pesos del 29,5%, por encima del 25% que estimaba el mercado. Esto provocó un fuerte impacto monetario, con una expansión de $1,15 billones, equivalente a la compra de U$S1.000 millones, según estimaciones de PPI.
El dólar blue y los financieros
En tanto, el dólar blue bajó $5 durante mayo y cerró en $1.180, lo que dejó por segundo día consecutivo la brecha cambiaria en terreno negativo respecto al oficial. Por su parte, los dólares financieros (MEP y CCL) se ubicaron en torno a los $1.200, manteniendo cierta estabilidad.
Liquidación agropecuaria
Según los especialistas, junio presentará una dinámica estacional particular. En la primera mitad del mes, suele aumentar la demanda de pesos por el pago de aguinaldos y gratificaciones, lo que podría presionar a la baja al dólar. Sin embargo, hacia fin de mes se espera una reversión de esa tendencia, impulsada por la mayor demanda de divisas para viajes y ahorro.
Además, se sumará un componente adicional: junio será el último mes con rebajas plenas de retenciones para el agro, lo que generará altos niveles de liquidación que podrían reforzar la oferta de dólares y contener el tipo de cambio.
Expectativas para el tipo de cambio
El economista Federico Glustein sostuvo que el mercado reaccionó con cautela ante la tasa del Bonte, lo que generó presión sobre el tipo de cambio. “Se movieron $1,2 billones que ahora buscan destino. Esto tira hacia arriba el dólar, al menos en el corto plazo. Pero luego se espera una corrección con las últimas liquidaciones fuertes del agro”, señaló.
Para junio, Glustein estima un dólar en una franja que irá desde $1.160 hasta $1.230, con una volatilidad alcista inicial, seguida de una posible baja.
Por su parte, el economista Gustavo Ber relativizó el impacto de la tasa del Bonte y destacó que el movimiento cambiario estuvo más relacionado con el reacomodamiento de contratos de futuros. Anticipó una etapa de “calma cambiaria”, con el dólar mayorista oscilando entre $1.100 y $1.200, niveles que podrían incentivar el ingreso de capital privado en búsqueda de rentabilidad.
En cuanto a la estrategia oficial, Ber señaló que el gobierno de Javier Milei buscaría acumular reservas por vías alternativas como financiamiento corporativo, inversiones privadas, REPOs y aportes de organismos internacionales, reduciendo así la necesidad de intervención directa en el mercado de cambios.