Con el escenario electoral despejado hasta 2027, la administración nacional pretende que el crédito vuelva a impulsar el consumo.
Con la incertidumbre electoral ya superada, el Gobierno apuesta a que el crédito al sector privado recupere protagonismo como motor del consumo interno. La idea es retomar la senda de crecimiento que se interrumpió tras el fallido intento de desarme de las Lefis y la volatilidad financiera que siguió. Pero, según coinciden especialistas, hay tres factores que siguen actuando como freno: ingresos reales deteriorados, tasas de interés aún elevadas y plazos de financiamiento demasiado cortos.
Leonardo Anzalone, economista y director del CEPEC, destacó que tras las elecciones de octubre se observó “una caída progresiva de las tasas de interés”, lo que ya comenzó a reactivar el crédito “sobre todo en líneas comerciales y de consumo”. Sin embargo, advirtió que su capacidad de tracción depende de una condición central: “Los salarios tienen que volver a ganarle a la inflación”, dijo, en diálogo con Ámbito.


