Los encontró un grupo de mujeres que salió a buscar a sus parejas e hijos tras el operativo policial contra el Comando Vermelho.
En la madrugada de este miércoles, una escena de horror sacudió al Complexo da Penha, en la zona norte de Río de Janeiro. Vecinos de la comunidad trasladaron más de 70 cuerpos hasta la plaza São Lucas, luego de que fueran hallados en una zona boscosa entre los complejos del Alemão y de la Penha, donde horas antes se había desarrollado una megaoperación policial.
Al mediodía, la Defensa Civil confirmó que la cifra oficial de muertos ascendía a 142, lo que convierte al operativo en la acción policial más letal de la historia del estado.
Según relató la abogada Flávia Fróes, presente durante la remoción de los cuerpos, varios cadáveres mostraban marcas de disparos en la nuca, puñaladas en la espalda y heridas en las piernas. “Fue una ejecución en masa. La mayor masacre de la historia de Río de Janeiro”, denunció.
Los cuerpos fueron retirados de la parte trasera de un vehículo con la ayuda de personas en situación de calle, e incluso menores de edad. Un niño de unos nueve años colaboró en la tarea, según consignó Folha de São Paulo.



