La jujeña había sufrido un ACV y permanecía internada hace dos semanas en el hospital José María Cullen de Santa Fe. Tras su retiro deportivo, se había destacado como influencer y también había incursionado en la política.
Este lunes murió Alejandra “Locomotora” Oliveras, figura destacada del boxeo argentino. Tenía 47 años y dos semanas atrás había sufrido un ACV, por el que había quedado internada en terapia intensiva del hospital José María Cullen de Santa Fe.
Nacida en Jujuy, Oliveras fue uno de los nombres más importantes del boxeo femenino argentino. Campeona mundial en seis ocasiones, durante su carrera deportiva protagonizó 38 peleas y logró un récord de 33 victorias, tres derrotas y dos empates.
“Yo les gané a las mejores. Las quiero y las respeto a las boxeadoras argentinas, pero la mejor soy yo”, había dicho tiempo atrás en una entrevista con TN.
Sus comienzos en el boxeo habían sido en Córdoba, provincia a la que se había mudado con su familia de chiquita. Tenía 20 años y ya era mamá de dos varones. Antes de ir a un gimnasio a entrenar, había participado de una pelea improvisada en una plaza de su barrio.
Sobre aquel episodio, relataba: “Me acuerdo de que preguntaron quién quería boxear y una chica levantó la mano. El árbitro fue el carnicero del pueblo. Hubo ring, hubo guantes, hubo apuestas. Y me sentí boxeadora“.

La victoria más importante de su carrera fue el 20 de mayo de 2006 ante la mexicana Jackie Nava en Tijuana. Aquel día se impuso por nocaut y consiguió el primer triunfo para una boxeadora argentina en el exterior.
Sin embargo, su derrota más dolorosa, y la que nunca pudo superar, fue en territorio nacional ante Marcela “La Tigresa” Acuña. Aquel combate en 2008 en el Luna Park fue icónico para el boxeo femenino.
Tras su retiro como profesional en 2017, “Locomotora” se convirtió en una influencer que, a través de sus videos de ejercicios y frases motivacionales, conquistó el corazón de cientos de miles de seguidores. En su faceta artística también tuvo un paso la televisión con su participación en Bailando por un Sueño 2007.
En los últimos tiempos, ya radicada en la provincia de Santa Fe, se había vinculado fuertemente con la política. En 2021 había sido candidata a diputada nacional. Y en 2024 fue nombrada por la ministra Patricia Bullrich dentro de la Dirección Nacional de Seguridad en Eventos Deportivos, que depende del Ministerio de Seguridad.
Además, había sido electapor la lista Frente de la Esperanza para integrar la convención para la reforma de la Constitución de Santa Fe, que empezó a sesionar el lunes 14 de julio. Ese mismo día, Alejandra tuvo el ACV.
Dueña de un gran carisma y de una personalidad arrolladora, tuvo un duro camino: nació en la pobreza, fue mamá adolescente, sufrió violencia de género y el boxeo le permitió conseguir un mejor pasar.
Tiempo atrás, en una entrevista con TN, Alejandra dijo que no entendía por qué ninguna plataforma de contenidos se había interesado en hacer una serie o película de su vida. “Sería una historia espectacular. Soy una Rocky mujer, pero de verdad”, afirmaba.
Y no le faltaba razón.
Fue uno de los íconos del boxeo femenino argentino. Llegó a la disciplina a los 20 años, cuando ya tenía dos hijos, y sumó 38 combates como profesional
Sus comienzos en el boxeo habían sido en Córdoba, provincia a la que se había mudado con su familia de chiquita. Tenía 20 años y ya era mamá de dos varones. Antes de ir a un gimnasio a entrenar, había participado de una pelea trucha en una plaza de su barrio.
Sobre aquel episodio, relataba: “Me acuerdo de que preguntaron quién quería boxear y una chica levantó la mano. El árbitro fue el carnicero del pueblo. Hubo ring, hubo guantes, hubo apuestas. Y me sentí boxeadora».
Ese fue el puntapié de una prestigiosa carrera en la que la jujeña protagonizó 38 peleas y logró un récord de 33 victorias, tres derrotas y dos empates. “Yo les gané a las mejores. Las quiero y las respeto a las boxeadoras argentinas, pero la mejor soy yo”, había dicho tiempo atrás en una entrevista con TN.
La victoria más importante de su carrera fue el 20 de mayo de 2006 ante la mexicana Jackie Nava en Tijuana. Aquel día se impuso por nocaut y consiguió el primer triunfo para una boxeadora argentina en el exterior. Además, se quedó con el cinturón de campeona mundial de peso supergallo de la WBC.
Sobre aquel combate, decía: “La pelea más importante de la historia del boxeo femenino fue la que hicimos con Jackie Nava. la deje en el piso y terminé con la mano fracturada. Dos clavos me pusieron en la mano derecha. Me quebré en el tercero, cuarto y quinto round. Siendo derecha, la noqueé con la izquierda. Tremendo. Fui a México, a la cuna de campeones. Jackie Nava era considerada la mejor del mundo junto a Laila Ali. Ninguna boxeadora argentina logró eso”.
Sin embargo, su derrota más dolorosa, y la que nunca pudo superar, llegaría dos años más tarde y sería en territorio nacional. Luego de dos defensas exitosas de su título, llegó el combate ante Marcela “La Tigresa” Acuña en el Luna Park.
Aquel día, la “Locomotora” perdió por puntos. “Me la robaron”, aseguraba y no se molestaba en fingir que tenía un buen recuerdo de su rival: “Me agarró del pecho, me pegó en la nuca y me hizo una zancadilla. Y encima festejó el triunfo. Si yo te pego en la nuca no voy a festejar. Fue una pelea donde la corrí durante toda la noche. A pesar de que firmamos tres peleas, nunca hubo revancha. La gente sabe que me robaron la pelea y la gente sabe que ella fue muy mala deportista».
Su rivalidad con “La Tigresa” iba más allá del ring. Oliveras sostenía: “Me quisieron hacer pasar por mala. Mala nunca fui. Luché por la mujer, por los derechos de nosotras y me castigaron por eso. Me castigó la Federación Argentina de Box. Encima Acuña decía que estaba bien que ganemos menos, y que estaba bien que las mujeres tengamos rounds de dos minutos de duración y no de tres como los hombres. ¿Por qué tenemos que ser unas crotas?“.
“Soy invencible”
Más allá de su talento para el boxeo, Oliveras siempre conquistó a los fanáticos por su personalidad sobresaliente y arrolladora. Solía, incluso, ponerse en algunos aspectos por arriba del boxeador estadounidense Floyd Mayweather, considerado por muchos el mejor libra por libra de la historia.

“Me entrenaba más que un campeón de mundo.T rabajaba en cinco gimnasios, para mí era bailar arriba del ring. Yo trabajaba para darle de comer a mis hijos y pagar un alquiler. Mi laburo era entrenar sin parar, por eso fui la mejor del mundo. Nadie en el mundo se entrenó como yo, ni siquiera Floyd Mayweather. Fui a Las Vegas y me dijeron que Mayweather se entrenaba en dos turnos, yo me entrenaba en tres. Además tenía otros trabajos. Por eso soy invencible», contaba.
Tras su retiro como profesional en 2017, se convirtió en una influencer que, a través de sus videos de ejercicios y motivacionales, conquistó el corazón de cientos de miles de seguidores. En su faceta artística también tuvo un paso la TV con su participación en Bailando por un Sueño 2007.