En los últimos meses se registró una recuperación de la actividad económica, tras la fuerte contracción del primer semestre de 2024. Sin embargo, esta mejora no se ha trasladado con la misma intensidad al nivel de ventas, especialmente en el consumo masivo, que continúa mostrando retrocesos y no da señales de mejora en el corto plazo.
Así lo indicó un informe reciente del Centro RA, dependiente de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA), que advirtió que, pese al crecimiento económico reportado, las expectativas de los productores industriales se mantienen cautelosas.
Según encuestas del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), casi un 38% de los empresarios del sector no espera un repunte de la demanda interna, y un 15 % prevé una reducción en la utilización de su capacidad instalada en los próximos meses.
El informe también reveló que, en enero de 2025, las ventas en supermercados minoristas crecieron apenas un 4% interanual, mientras que las ventas mayoristas sufrieron una fuerte caída de casi un 11 % en el mismo período.
El deterioro del consumo, explicaron los especialistas, se debió principalmente a la pérdida de poder adquisitivo de los salarios, impulsada por el salto inflacionario inicial del gobierno de Javier Milei y el aumento de tarifas, que generaron una reasignación del gasto hacia servicios básicos.
Durante los primeros casi dos años de la actual gestión, las políticas de ajuste provocaron una caída acumulada de aproximadamente 22% en ventas mayoristas y de 8% en supermercados. Estas cifras contrastaron con la merma registrada en 2022, cuando las ventas en supermercados retrocedieron 5% y las mayoristas, solo 0,5%, en un contexto de inestabilidad macroeconómica y cambiaria.
De esa forma, el informe destacó que se interrumpió la recuperación observada entre enero y noviembre de 2023, cuando las ventas mayoristas habían crecido un 4,6% y las de supermercados, casi un 3%. Desde entonces, la caída se ha profundizado, en especial en el canal mayorista.
“El consumo minorista no muestra señales de recuperación sostenida y el deterioro en las ventas mayoristas se agudiza. Esto podría explicarse por el estancamiento salarial, el atraso cambiario y la licuación de ingresos en sectores sensibles como el empleo público y los jubilados”, añadió el informe.
En línea con esta tendencia, datos de la consultora Scentia revelaron que el consumo masivo cayó un 5,4% interanual en marzo y acumuló una baja del 8,6 % en el primer trimestre de 2025, marcando 16 meses consecutivos en terreno negativo.
El análisis por rubros mostró caídas significativas: Bebidas con alcohol (-18 %), sin alcohol (-16 %), productos impulsivos (-15,6 %), higiene y cosmética (-3,3 %), limpieza del hogar (-2 %), y desayuno y merienda (-1,5 %). Solo los segmentos de alimentación (0,5 %) y perecederos (1,2 %) registraron leves subas, consignó el diario «Ámbito».
En contraste con esta caída del consumo cotidiano, las ventas de bienes durables mostraron una dinámica muy distinta, impulsadas por la expansión del crédito. Las ventas de electrodomésticos aumentaron 51 % en unidades y 148 % en facturación durante los primeros dos meses del año, según datos de NielsenIQ.
También el sector automotor vivió un fuerte repunte: en el primer trimestre de 2025 se alcanzó el mejor nivel de ventas de autos cero kilómetro desde 2018, superando los 140.000 vehículos vendidos en ese período.